Ambos especialistas coincidieron en que no sería conveniente aumentar los aportes para mejorar la sostenibilidad financiera del sistema

Ariel Davrieux y Fernando Lorenzo evaluaron aspectos clave de cara a una reforma de la seguridad social

12 de Diciembre de 2020



Dos referentes económicos de los gobiernos desde el retorno de la democracia, Ariel Davrieux, catedrático y exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) durante tres gobiernos, y Fernando Lorenzo, exministro de Economía y Finanzas, fueron convocados por la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) para participar en una conferencia virtual sobre el sistema previsional, que se llevó a cabo el 11 de diciembre.

El webinar contó, además, con los comentarios de los economistas Pablo Rosselli y Gabriel Oddone.

Las disertaciones realizadas por Davrieux y Lorenzo incluyeron la formulación de recomendaciones sobre aspectos clave para la elaboración de una propuesta de reforma del sistema de seguridad social.

A partir de cambios introducidos en los últimos años en el régimen general, el número de pasivos aumentó “mucho” y “todas las previsiones son de un incremento en la esperanza de vida y de una mayor dependencia de la población de mayor edad respecto a los activos”, indicó Davrieux. Por lo tanto, “con los aportes habituales el sistema no es sostenible” desde el punto de vista financiero y tendería a ser “más insostenible en el futuro”.

Ante ese escenario, el catedrático descartó que se implemente una suba de los aportes y comentó que los cambios podrían pasar por una reducción de la tasa de reemplazo (la relación entre el ingreso en la vida activa y el de la etapa de retiro) o el incremento de la edad de retiro.

La tasa de reemplazo actual se ubica en un porcentaje “bastante bajo y difícil de reducir”, notó Davrieux, y explicó que, para ciertos niveles salariales, una caída del guarismo podría traducirse en que la jubilación fuera menor a la pensión a la vejez.

Entonces, la alternativa que queda es elevar la edad de retiro, señaló el exdirector de la OPP, y propuso que la medida se aplique de manera paulatina, moderada y en el corto plazo. Por ejemplo, se podría establecer una suba de un año en la edad de retiro cada tres años calendario.

Por su parte, Lorenzo coincidió al señalar que, para atender los problemas de sostenibilidad financiera, “es completamente inconveniente” recurrir a aumentos de los aportes patronales y personales. “La imposición al trabajo en Uruguay es alta, en la comparación regional”, subrayó.

Además, el economista recomendó tomar en cuenta que el impacto de la pandemia podría reducir los márgenes de sostenibilidad financiera con los que cuenta actualmente el régimen general. También propuso considerar los efectos de los cambios tecnológicos en el mercado de trabajo, algo que probablemente impactará en el índice de formalidad.

Lorenzo, por otro lado, consideró que un aumento significativo en los requisitos de años de aporte para acceder a una jubilación podría afectar la cobertura contributiva de “manera importante” y generaría un “sesgo regresivo”.

A su vez, advirtió que un incremento en la edad de retiro es probable que ocasione una mayor demanda de beneficios por otras causales y puso como ejemplo que en Uruguay y Europa se empieza a observar un aumento del recurso de jubilación por causal de discapacidad.

Consideraciones respecto a los subsistemas

Ambos expertos hicieron referencia a los subsistemas de seguridad social. En este sentido, Ariel Davrieux mencionó a la “caja militar y policial” que “se financian totalmente con recursos del Estado”. Si bien notó “que sin duda pueden requerir un tratamiento especial”, añadió que “moralmente, por lo menos o desde un punto de vista simétrico de igualdad, no tienen simetría con los demás regímenes”. En ese caso, recomendó: “Si se decidiera efectuar algún tipo de modificación en el sistema general, deberían efectuarse cambios en los otros sistemas que por lo menos tengan efectos equivalentes, para no aumentar las desigualdades que existen”.

Según explicó Davrieux, “los sistemas son diferentes pero normalmente se los ve como más beneficiados”, por eso quienes aportan allí no quieren modificarlos, ni ingresar al sistema general. Esto, además, “se puede ver en los niveles de beneficios que perciben, los promedios y demás”.

La propuesta de Davrieux en este aspecto es “tratar de contemplar el tratamiento igualitario”. 

Fernando Lorenzo, por su parte,  notó que este proceso de reforma en el que trabaja la CESS es una “excelente oportunidad para transparentar -si no se pueden corregir significativamente no hacerlo pero sí transparentar- las inequidades intrageneracionales de los trabajadores que están cubiertos por los diferentes subsistemas”. Y señaló que es fundamental que “se encuentre una métrica común” a todos ellos para entender en qué consiste lo que cada uno hace con sus afiliados.

La CESS se reunirá el 17 de diciembre con una delegación del Ministerio de Defensa Nacional para analizar los retiros militares y el 18 con el Ministerio del Interior para tratar los retiros policiales. La comisión ya recibió a la Caja de Profesionales Universitarios, a la Caja Notarial y a la Caja de Pensiones y Jubilaciones Bancarias.